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Exposición en el Centro Cívico
La Alhóndiga- Getafe

 

PRESENTACIÓN DE LA OBRA DE JUANI

 

Buenas tardes a todos. En primer lugar quisiera agradecerles a ustedes su presencia hoy aquí, en el CC La Alhóndiga, que nos acoge majestuosamente en un claro derroche de liberalidad. Este lugar cedido por el Ayuntamiento de Getafe, casi encoge el alma por sus dimensiones y, en mi opinión, es un inmejorable marco para el objeto que nos reúne. Y es que tengo el honor y el placer de presentarles a ustedes la obra artística de Juana Sánchez Morales. Es un honor porque no lo merezco, y es un placer porque lo deseo, así que he de confesar que no hizo falta que Juani, como la gusta que la llamen sus amigos, me insistiera demasiado para hacer esta presentación.

El corazón de Juani comenzó a latir poco después de que dejara de latir el corazón del Régimen. Por tanto, ella pertenece a una generación de autores jóvenes que no han conocido lo que se ha dado en llamar "el pasado" sino de oídas. Y me permito hablar del corazón de Juani, porque si tuviera que describir su pintura con un solo adjetivo, escogería éste: cordial. Se trata de una pintura cordial, palabra que hace referencia al corazón, lugar donde viene a descansar el Bien, la Verdad y la Belleza de la Creación. Es cordial porque no retrata lo que es extraño al hombre, al ser humano, no busca la distorsión, no es un grito de desesperación, al que estamos artísticamente acostumbrados. Al contrario, su pintura desprende paz, serenidad, habla de corazón a corazón. De la misma manera que las cuerdas de una guitarra tiemblan y vibran al escuchar otra guitarra, así las guitarras de sus cuadros, sus traviesas notas musicales, las cabriolas de sus flamencas, hacen que el corazón del espectador vibre mansa, suave y armónicamente.

Juani nació en Madrid, pero sus orígenes familiares, son más lejanos aún, hacia el sur de la Península. De ahí que su pintura sea una pintura de raíces, de la tierra de los padres. No en vano si se fijan ustedes en la obra de Juani están presentes los cuatro elementos que nos componen: tierra, agua, aire y fuego. Humano, muy humano. La pureza de los colores nos habla de estos cuatro elementos: rojos ígneos, azules marinos, verdes campestres… y blanco y amarillo para las cosas celestiales. Porque en la obra de esta gran artista que es Juani, lo divino y lo humano se abrazan amistosamente, sin aspavientos. Sí, es verdad, sus cuadros están hechos de materiales cotidianos, pero hablan como la Sagrada Familia de Nazareth, de lo que está más allá del Universo, y que sólo se puede contemplar con el corazón. Otra vez, el corazón.

Se ha dicho que la pintura de Juani es de estilo Näif. Efectivamente, se trata de una pintura ingenua, inocente, como inocentes son los niños a los que ella da clase actualmente y como los son sus hijos. Y no porque Juani no haya conocido algunas noches oscuras del alma, sino porque su obra no esconde dobleces, ni amarga resignación, sino que desprende paz y sólo paz. Si se fijan ustedes los más de sus cuadros muestran atardeceres, o incluso noches cerradas, que invitan a descansar en su obra. Y así, agradeciendo la Exmo. Ayto. de Getafe esta oportunidad que nos brinda, y agradeciéndoles a ustedes su tiempo, les invito a descansar sus miradas y sus corazones en esta magnífica exposición, de esta magnífica artista que es Juani.

Muchas gracias.

Jesús Miguel Santos 29 de marzo de 2011